Abiertos,
libres y más caros. Se empieza a terminar la Argentina
barata en dólares, esa en la que un turista se compraba todo a dos mangos, esa
en la que un ciudadano argentino no podía viajar al extranjero porque la
cerradura socialista de un país entero lo tornaba en imposible, esa en la que
te venden todavía un producto local de baja calidad a múltiplos de lo que
cuesta en el extranjero, esa en la que solamente los políticos atados al poder,
“la casta del tipo de cambio”, podían acceder a bienes extranjeros. Vaca
Muerta es un "game changer" (cambio de reglas) y todavía no lo
podemos dimensionar: la generación de dólares en los próximos cuatro años será
única en nuestra historia. Los grandes perdedores serán los sectores
pertenecientes a una industria local cara y subsidiada que solo sobrevivió
gracias a un país cerrado y devaluado al mundo, un modelo que quebró a la mayoría
de los argentinos y benefició a un puñado de prebendarios. Bienvenida entonces Vaca
Muerta, un evento para celebrar a menos que se pertenezca a esa parte del país
que todavía vende cosas muy caras solo por estar protegidas a la competencia
extranjera. La generación de empleo en Vaca Muerta ya está siendo exponencial,
prepárense para un spillover (derrame) de desarrollo y crecimiento único en
nuestras vidas de argentinos. Pierden unos pocos y ganan 45 millones de
consumidores argentinos que tuvieron que padecer la sistemática cerradura
kirchnerista por dos interminables décadas de achicamiento económico e
intelectual.
¿Pensando en comprar Bovespa?: el impuestazo de
Lula y el colapso en la 10yr de China. Recientemente,
el Senado de Brasil aprobó otra suba de impuestos: el IVA aumenta hasta el
28.60%, siendo el más alto del Planeta Tierra, toda una joyita socialista. Difícil
ser socialista sin plata para un socialismo al que nunca se le cae una sola
idea productiva, de Sudamérica a la China. Con commodities agrícolas por el
piso, la economía socialista de Brasil encuentra una coyuntura bien complicada,
muy dependiente del ritmo de otra economía socialista, China. Repleto de gasto
público frente a exportaciones que cada vez generan menos dólares. Y es aquí en
donde la 10yr de China cierra una difícil historia para la macroeconomía de
Brasil de cara a 2025. La 10yr yield es el reflejo directo de crecimiento de
cualquier país. Colapsos en dicha tasa generalmente se correlacionan a
escenarios de fuerte desaceleración macroeconómica. Y justo días atrás, la 10yr
yield de China marca mínimo histórico, cotizando cómodamente ya debajo de 2%.
Sin recuperación de China será imposible una suba de commodities agrícolas. Wall
Street probablemente seguirá vendiendo Bovespa por largo tiempo, parecería que la
destrucción de valor no termina aquí ni de cerca. En asset management, la
paciencia paga. Los activos baratos no suben por estar baratos, sino porque
dicha baratez encuentra en algún momento un driver.
El humor de Wall Street hacia la Argentina y
Brasil. Dice el refrán que nadie se hace pobre tomando
ganancias. Pero a la vez, una cualidad indispensable en esta disciplina de
asset management es la paciencia y el control de la ansiedad. A veces, la mejor
decisión es simplemente “no hacer nada” y contemplar pasivamente la evolución
del mercado. Para los que sugieren que el bull market en acciones argentinas
está culminado, me permito comentar que los libertarios podrían arrasar en las
elecciones de 2025 y 2027, a la luz de los formidables resultados
macroeconómicos que se vienen observando. Si ese fuese el caso entonces, dicho
escenario lejos está de estar descontado por el mercado. Así como todavía no
pareciera ser el tiempo de entrarle al mercado de acciones de Brasil, ni de
cerca Wall Street está para desenamorarse de la Argentina. En lo que va del
año, el Merval exhibe un retorno superior a 120% en dólares y el EWZ de Brasil arroja
uno cercano a -30%. Por supuesto que llegará el momento de comprar Brasil y
vender Argentina, pero dicho tiempo no es el hoy de los mercados. A disfrutar
de la ola, mientras dure.
El humor de la calle hacia los libertarios. Se hace difícil para la Argentina llegar a un diciembre sin saqueos, ni
explosiones cambiarias, pero por suerte, este es el caso para un formidable
cierre de 2024. Los múltiples agoreros que sobran en este país, se quedaron sin
crisis para relatar en este primer año de gestión libertaria y muy a pesar de
las formidables bombas monetarias con las que asumió el gobierno. Si a este
proceso de cuasi-normalización le sumamos un sector energético que a partir del
2025 tendrá grandes contribuciones en la generación de divisas, la tendencia de
apreciación del peso contra el dólar se mantendrá o sea, no es un evento de
corto plazo sino que llegó para quedarse. A este concepto se le debe agregar el
de una economía que para el 2025 debiera inflacionar aproximadamente al 25%
anual, muy lejos de los escenarios hiperinflacionarios que se temían cuando
este gobierno asumió, hace tan solo doce meses atrás. Por lo tanto, es
razonable imaginar una economía en 2025 sin cepo, con una inflación alta pero muy
manejable, con una demanda de dinero que se sigue recuperando y resta por lo
tanto velocidad de circulación, y una coyuntura que se encamina a un fortísimo
rebote en 2025, justo cuando este gobierno enfrenta elecciones de mitad de
término. Desde que nací en este psiquiátrico a cielo abierto, he visto muchas
promesas de cambio y todas ellas fueron nada más que un chamullo mentiroso. Que
satanás permita esta vez que el muñeco peronista que vive en cada uno de
nosotros, se calme y de lugar a un cambio consistente. Paciencia y dedos bien
cruzados, esta administración libertaria tiene grandes chances electorales en
2025.
El humor de los dinosaurios ante la eliminación
del cepo. Todo dinosaurio alguna vez se extingue y ahora probablemente,
le toque a las cuevas y a toda una industria de dólar MEP y CCL que ven
desvanecer los jugosos días de los encepados rulos K. El 2024 va cerrando con todos
los múltiples dólares que ya rondan el “1.000”. Finalmente, nos estamos
acercando a vivir como un país normal nuevamente desde el punto de vista
cambiario, en donde el dólar tiene un solo precio. Probablemente, el peor trade
del año fue comprar dólares y apostar contra el peso argentino: otra cruel
ironía de Peronia, una tribu de contradicciones infinitas. Veinte años K nos
acostumbraron a vivir al revés, a pensar al revés, a funcionar al revés, a
empobrecernos al revés, todo al revés. Argentina se empieza a enderezar
nuevamente y el mercado financiero argentino deberá comprender que se terminan esta
clase de rulos (vendrán otros, pero habrá que operar el mercado internacional).
Comienza el tiempo de trabajar en serio nuevamente y de brindar valor al
cliente con la administración de carteras que enfrenten al mercado
internacional, como en todo país normal. Formidable recambio generacional el
que se le viene al mercado financiero argentino.
Comments
Post a Comment