El cepo mental, un colateral socialista. Si toda esta movida libertaria sigue siendo así de
exitosa como espero, Argentina podrá superar el peor de sus cepos: “el cepo mental”
de millones de argentinos que alguna vez abrazaron al socialismo como protector
de los pobres. Lo que este gobierno libertario viene demostrando es que mucho de
lo que se relataba como “esto es imposible”, efectivamente “se puede hacer” y
esta conducta desnuda al socialismo como verdaderamente lo que es: una máquina implacable,
perversa y a la vez perfecta, de generar pobres y mentir. Ojalá, que la
eliminación del cepo cambiario, el cual es inminente, abra una puerta para
terminar con el peor de nuestros cepos: “ el mental”, el que se viene incubando
desde 1945.
¿Del “1 a 1” al “1.000 a 1”? Las elocuentes mejoras macroeconómicas
aumentan la probabilidad de que la creación más nefasta del kirchnerismo, el
cepo cambiario, desaparezca finalmente en nuestro país. La política de “déficit
cero” que en realidad se ha transformado en política de “superávit fiscal positivo”
tanto en primario como en financiero, le permite al gobierno seguir una
estrategia monetaria de emisión cero, la que en un entorno de inflación mensual
todavía alta ha venido licuando a la oferta monetaria real de manera
contundente y esto a su vez ha generado una formidable reducción en la tasa de
inflación mensual la que de un 25% hacia fines de 2023 se ubica ahora en menos
del 3%. Una de las principales condiciones que ha puesto este gobierno para la
eliminación del cepo es la desaparición del excedente monetario y estamos muy
cerca de que dicho evento ocurra. En esta coyuntura, observamos un dólar MEP rondando
los “1.050”, lo que sugiere que la liberación del cepo permitiría a la Argentina
convivir con un tipo de cambio único y cercano al mágico e impensado “1.000”.
Si a esto le sumamos un sector energético que a partir del 2025 tendrá grandes contribuciones
en la generación de dólares, la tendencia de apreciación del peso contra el dólar
se mantendrá si es que para entonces existe el peso y muy a pesar de los
analistas de cabotaje local que siguen augurando una tragedia cambiaria que no
va a ocurrir.
Sin caipiriña. A mucho fondo internacional le está prohibido
comprar papeles “stand alone (inferior a frontera)” por cuestiones
regulatorias, tal como hoy es Argentina. En este sentido, el kirchnerismo nos
dejó en el último escalón del infierno ("stand alone" es el peor
ranking posible), solos y librados a nuestra suerte, cualquiera que sea. Por lo
tanto, cuando Argentina cambie de rótulo y se transforme nuevamente en “país
emergente”, evento que no es inmediato pero altamente probable, mucho fondo de
afuera va a estar legalmente habilitado para tomar posiciones en Argentina,
cosa que hoy no puede hacer y el "efecto flujo" sería potencialmente explosivo.
Obviamente, que aquéllos que sí pueden hacerlo hoy en día, se vienen
anticipando a la movida y esto entre otras cosas, alimenta la formidable suba
de cotizaciones que han tenido los papeles argentinos. Solo con comparar el
rendimiento relativo del Merval vs el Bovespa la cifra se acerca a un estrepitoso
+184% en favor de activos argentinos. En lo que va del año el Merval exhibe un
retorno en dólares de +108%, mientras que el Bovespa generó pérdidas por -27%
en otro ejemplo más de lo mucho que Wall Street premia al capitalismo (en este
caso Argentina) y de lo cruel que suele ser con intentos socialistas (en este
caso Brasil). Nada de todo esto será inminente, pero una condición necesaria y
obligadísima es que levantemos finalmente el cepo cambiario y que Argentina
vuelva a funcionar como un país normal en donde el dólar tiene un solo precio y
no mil como en la actualidad. Estamos muy cerca, y eso en sí mismo es una
excelente noticia.
Lejos de los mil basis de riesgo país. Resulta muy evidente la amplia mejoría
que se observa a nivel macroeconómico y dicha realidad viene siendo descontada
tanto por el mercado de bonos como el de acciones, los cuales han tenido un
rally formidable en estas últimas semanas con un riesgo país que ya opera lejos
de los “1.000 puntos básicos y muy convencido”. Especialmente el mercado de
acciones viene siguiendo muy de cerca la fecha probable de eliminación del cepo,
la cual de acuerdo con lo que se viene escuchando podría ocurrir en el segundo
trimestre de 2025 o sea, ya no queda nada para que finalmente se elimine una
restricción cambiaria que paraliza a todo un país. Para las acciones especialmente,
dicho evento es relevante porque una de las condiciones supremas para que la Argentina
pueda volver a ingresar como país emergente y eliminar el rótulo de “stand alone”
es que haya plena movilidad de capitales, lo cual tiene sentido.
Gol. Si un inversor quiere comprar un activo argentino está en todo su derecho
pero a la vez, si quiere venderlo y llevarse su dinero a donde quiera, también puede
hacerlo en países normales y para ello en la Argentina de hoy necesitamos
terminar con esta restricción comunista impuesta en los tiempos K. Por lo
tanto, la libre movilidad de capitales que resultaría como consecuencia del fin
del cepo es la condición más urgente para que nuestro país pueda nuevamente ser
incluido como mercado emergente. Si bien dicho evento no ocurrirá de la noche a
la mañana, la eliminación del cepo es probablemente el paso más relevante en
dicha dirección. El formidable rally que viene teniendo el Merval desde inicio
de año es parcialmente alimentado por la percepción de que existe una fuerte correlación
entre la eliminación del cepo y la entrada nuevamente de la Argentina al mundo
de acciones emergentes con todo el flujo de demanda adicional que dicho evento
implicaría. La eliminación del cepo será el mayor gol libertario de cara a las
elecciones de mitad de término en 2025. Bien hecho.
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