Se intenta culminar con el tiempo de la
industria ineficiente prebendaria y cerrada al mundo, esa que les vende bienes protegidos
caros a los argentinos. Ahora se intenta el tiempo de la eficiencia y
productividad en manos del campo y de la energía. Intentando volver al año 1900,
neutralizando la tragedia que para la Argentina fue 1945.
Vuelve el carry: el canje voluntario de la
curva en pesos que propuso el gobierno y aceptó mayoritariamente el mercado, permite
alivianar la presión sobre el tipo de cambio en el corto plazo. Se viene
probablemente una baja de tasas de interés en pesos y una descompresión del tipo
de cambio por dos razones: 1) baja de las retenciones implicaría campo
liquidando en breve y 2) canje de deuda en pesos sacaría presión cambiaria de
corto plazo dada la extensión de durations. Con la baja de retenciones y el
exitoso canje voluntario de deuda en pesos, el escenario de devaluación que
tanto anhela el periodismo peronista tiene ahora probabilidad cercana a cero. Y
recuerden, en año electoral, presidente que devalúa, pierde las elecciones y
esta administración libertaria lo sabe muy bien. La baja temporaria de
retenciones al campo no soluciona todavía el drama que vive un sector que ha
sido explotado por el kirchnerismo por veinte interminables años. No se puede
de la noche a la mañana convertir a un país de comunista a normal. Pero lo
anunciado recientemente es un excelente comienzo y probablemente vendrán muchos
más en este frente. El desarrollo de Vaca Muerta como motor generador de
divisas “adicionales” es consistente con un escenario futuro en donde la
presión tributaria al campo comience a bajar significativamente.
El macrismo nos costó muy caro. Desde que tengo cinco años vengo escuchando
políticos decir que "eliminar la inflación en Argentina" es
"muy" difícil. Sin embargo, los libertarios la aniquilaron en un solo
año. Si de algo sirvió el 2024 es para desnudar la enorme mayoría de personajes
contradictorios de este país: economistas, periodistas, políticos, todos
envueltos en la permanente “sarasa de lo imposible” cuando en realidad, “se
podía”, quizá la frase mágica era “no hay plata”. El PRO tuvo en 2015 una
chance histórica de convertirse en el cambio definitivo de la Argentina, pero
por múltiples inconsistencias socialistas, perdieron una oportunidad
"única", una que no volverá jamás para el PRO como concepto. Ahora es
el tiempo libertario, por rato largo y bien merecido lo tiene. Cuanto más pasa
el tiempo me convenzo de que el macrismo se equivocó en todo. Lo que ahora se
hace, también pudo haberse hecho en 2015/2019. Pero faltó convicción, claridad,
liderazgo, diagnóstico económico y el costo de todo eso fue el retorno del
kirchnerismo, nada más y nada menos.
Mitad de término. Se viene probablemente una excelente elección libertaria
de cara a las legislativas de 2025 por tres razones que Wall Street palpita y
anticipa como inminentes: 1) inflación bajo control, 2) muy fuerte rebote
económico, 3) una sólida aprobación de la gestión libertaria. A pesar de la
marcada negatividad del MERVAL en estos días, probablemente el principal riesgo
para el mercado de acciones argentinas, no sería “interno” dado que los tres
factores explicados, todos de índole local, se irán consolidando y por lo
tanto, contribuirán a fortalecer el panorama local. El principal riesgo es que
una corrección del S&P (acciones de Estados Unidos) genere un selloff (venta
masiva) global y muy especialmente ahora con los índices norteamericanos cerca
de sus máximos históricos. Entonces, el 2025 arranca con acciones de Estados
Unidos “muy caras” y con sus equiparables de emergentes relativamente “muy baratas”
y esto explica la incipiente overperformance (sobreretorno) en acciones
emergentes de cara a este inicio de 2025.
Riesgo internacional. Toda la curva de tasas de interés
de Estados Unidos sigue operando sobre 4%, con un muy significativo salto en
tasas largas, las cuales se utilizan para valuar activos de largo plazo como
son las acciones. La tasa de 30 años opera en niveles cercanos a 4.80%,
exigiendo una inminente señal de recorte fiscal desde la nueva administración
republicana. El 2025 es el año de los “bond vigilantes”, esa parte de Wall
Street que monitorea el sendero fiscal y de endeudamiento norteamericano,
cargándolo en los niveles de las tasas largas. Toda la atención recaerá en las
decisiones del secretario del tesoro norteamericano concernientes a un sendero
fiscal que requiere una corrección inmediata y urgentísima. A su vez, Wall
Street encuentra a un mercado de acciones norteamericano casi en máximos
históricos y por lo tanto, muy vulnerable a cualquier mala noticia y si esto
ocurre podría salpicar a un Merval que opera con un beta (sensibilidad)
bastante arriba de 1.
Parte corta de la curva de tasas de interés. Se hace difícil a estos niveles no
imaginar que en un futuro cercano el mercado utilice una “historia real” o
“invente una excusa” para adelgazar al équity norteamericano de manera que más
oxigenado, pueda recuperar la tendencia de este bull market que promete no
querer terminar en breve. La parte corta de la curva suele ser dominada casi
totalmente por política monetaria y ésta a su vez, por la dinámica de empleo e
inflación. En ambos frentes macroeconómicos no pareciera haber grandes eventos
de cara a 2025 para Estados Unidos.
Parte larga de la curva de tasas de interés. Toda la carga estará seguramente en
una tasa de 30 años que promete estar “verticalmente intratable” para todo el
2025 al ritmo de los errores y aciertos que seguramente tendrá Bessent como
secretario del tesoro, ante una corrección fiscal que deberá ser urgente,
inmediata y enorme. Claramente, el 2025 no es un año de política monetaria sino
uno en donde lo fiscal tendrá relevancia excluyente. El sendero fiscal y de
endeudamiento de Estados Unidos simplemente, no cierra por ningún lado y este
es el principal riesgo de un Merval en donde lo local luce cada vez mejor. Pero
no vivimos aislados de los avatares internacionales y más aún ahora que nos
empezamos a abrir finalmente al mundo.
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