Argentina parece empeñada en ser un caso de estudio para manuales de volatilidad y pendularidad psiquiátrica. Mientras la mayoría del planeta puede planificar con cierta calma, nosotros jugamos en una mesa de casino donde la única apuesta posible es en el spot . Nada de rolear deuda, nada de mirar más allá del corto plazo y siempre obligados a mostrarle a Wall Street que hay plata en “cash” para pagar los bonos, cosa que casi no ocurre en ningún otro lugar del mundo. Cada dólar que entra se cuenta minuciosamente y se exhibe como si fuera un trofeo, prueba de que todavía somos capaces de generar reservas y todo un país pendiente de cuántas divisas se generan cotidianamente, lo cual habla del delirio en el que vivimos y también justifica el blindaje que Estados Unidos le ha ofrecido a la Argentina cuya condicionalidad de cara a la elección del 26O todavía está en duda a los ojos del mercado, uno que se planta con un pesimismo muy marcado hacia un desenlace político que tiene frezado al p...